La meditación (del latín meditatĭo, -ōnis) describe la práctica de un estado de atención concentrada, sobre un objeto externo, pensamiento, la propia conciencia, o el propio estado de concentración.
Meditar, según el zen, es la condición natural de la conciencia humana, capaz de comprender por sí sola el significado de su existencia, aun si esto ocurre a nivel del inconsciente.
Podríamos también decir que la meditación es una práctica de recogimiento interior o contemplación, que podemos utilizar para conocernos a nosotros mismos y a lo que nos rodea, ya sea concentrándonos en la realidad del momento presente, experimentado un estado de paz cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos, o buscando una conexión con nuestro lado más espiritual.
Tipos de meditación
Existen multitud de tipos de meditación, tanto antiguos como modernos, como: Meditación Trascendental, Zen, Vipassana, Samādhi, Meditación Guiada,... Existen tipos de meditación ligados a diferentes religiones tanto teístas como no teístas.
Podemos encontrar que en los diferentes tipos de meditación, puede variar la posición que tomamos para la práctica, ya sea la posición de nuestras piernas (loto, semiloto, de rodillas, tumbado,...), como la de nuestras manos (mudrā), pueden ser en silencio o recitando mantras.
Beneficios
Relajación física
Nos ayuda a adquirir conciencia de nuestro propio cuerpo, permitiéndonos percibir la tensión y relajarla.
Conciencia sobre los procesos del pensamiento
Nos ayuda a que dominemos los malos pensamientos y evitemos que estos nos causen efecto.
Tranquilidad creciente y capacidad para superar el estrés
Nos ayuda a estar en un estado de paz y tranquilidad que nos permita dominar las emociones.
Desarrollo de la conciencia
Nos ayuda a adquirir conciencia de todo aquello que nos rodea.
Fomento de la comprensión
Nos ayuda a desarrollar este sentimiento tanto con nosotros mismos como con el resto de seres vivos.
Desarrollo del pensamiento creativo
Nos ayuda a llegar a los niveles de nuestra mente donde nace la creatividad, al permitirnos tener una mente sosegada.
Desarrollo de la memoria
Nos ayuda a concentrarnos y centrarnos, evitando que nuestra mente esté dispersa, y favoreciendo así la retención de información.
Fomento del desarrollo espiritual
Nos ayuda a adquirir una nueva manera de ver el mundo y de vivir nuestra vida, abriéndonos las puertas al amor y la compasión por todos los seres vivos.
Mejora la salud física y mental
Nos ayuda a controlar el ritmo cardíaco, a reducir la presión arterial, a gestionar el estrés, la ansiedad,...
Existen estudios científicos que avalan los beneficios de la meditación, pero el mejor aval es ser consciente de que lleva más de 3000 años formando parte de nuestro mundo.
